"SOMOS ENANOS EN HOMBROS DE GIGANTES" (Bernardo de Chartres - S. XII)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El fin del mundo: 21 de diciembre

Se acerca el 21 de diciembre de 2012.   En los últimos años se ha especulado lo que ocurrirá en esa fecha:   El fin del mundo:

No soy astrólogo ni vidente, pero puedo asegurarles lo que va a pasar en ese dia:  Lo mismo que ha pasado los 21 de diciembre de todos los años.  Ese dia se acabará el año. 

Y es que a pesar de que los humanos celebremos el fin de año el 31 de diciembre, las culturas que han estudiado los astros, saben que los 21 de diciembre y los 21 de junio son los solsticios.   En dichas fechas el movimiento terrestre llega a su límite y vuelve a empezar nuevamente el ciclo.   

Los solsticios son los que determinan las estaciones y los cambios en la naturaleza.  Por mucho que nos empeñemos en celebrar el cambio de año los días 31 de diciembre, la tierra cambia de año el 21 de diciembre.   (De hecho en el hemisferio norte es el momento en que la noche es mas larga). 

Eso lo sabían los Mayas y por eso registraban sus cambios  en los ciclos los días 21 de diciembre. 


Los mayas conocían muy bien el tiempo, e hicieron proyecciones de los ciclos de la naturaleza registrándolos para las generaciones futuras. En algún año tenían que parar.

Eso me lleva a pensar que todos usamos calendarios que duran un año.     Si determinada empresa imprimiera un calendario para los próximos 100 años,   dentro de una centuria, habrá algún imbécil que pensará que el año se acabará el 31 de diciembre de ese último año impreso, y habrá cientos de imbéciles creyendo que se acerca el fin del mundo

Hasta la próxima semana.


lunes, 3 de diciembre de 2012

Invocacion. Maimónides

Para conmemorar el día del médico les traigo la invocación a Dios de Maimónides. 


Moises Ben Maimónides fue médico, rabino, filósofo y teólogo judío. Nació en Cordoba España en el año 1135 y murió en Fustat Egipto en 1204

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Invocación 

Dios, llena mi alma de amor por el arte y por todas las criaturas. Aparta de mí la tentación de que la sed de lucro y la búsqueda de la gloria me influencien en el ejercicio de mi profesión. Sostén la fuerza de mi corazón para que esté siempre dispuesto a servir al pobre y al rico, al amigo y al enemigo, al justo y al injusto.

Haz que no vea más que al hombre en aquel que sufre. Haz que mi espíritu permanezca claro en toda circunstancia: pues grande y sublime es la ciencia que tiene por objeto conservar la salud y la vida de todas las criaturas.

Haz que mis enfermos tengan confianza en mí y en mi arte y que sigan mis consejos y prescripciones. Aleja de sus lechos a los charlatanes, al ejército de parientes con sus mil consejos y a los vigilantes que siempre lo saben todo; es una casta peligrosa que hace fracasar por vanidad las mejores intenciones.

Concédeme, Dios mío, indulgencia y paciencia con los enfermos obstinados y groseros.

Haz que sea moderado en todo, pero insaciable en mi amor por la ciencia. Aleja de mí la idea de que lo puedo todo. Dame la fuerza la voluntad y la oportunidad de ampliar cada vez más mis conocimientos, a fin de que pueda procurar mayores beneficios a quienes sufren.
­Amén!"


Moisés Ben-Maimónides, el Español.